Elisa Matilla: la primera boda gay en la tele y el gazpacho de la Pantoja (2024)

Fue de pequeña, viendo una obra de teatro de Antonio Gala, cuando Elisa Matilla supo que quería ser actriz, aunque en su familia nadie se hubiera decantado antes por la actuación. Con 16 años entró en la Escuela de Arte Dramático de Sevilla y tres años después ya estaba en Madrid tratando de convertirse en una estrella.

Para conseguirlo, como tantos otros, probó suerte de todas las maneras. Incluso se presentó al casting de azafatas del 'Un, dos, tres', pero la terminaron echando en la prueba de baile. En cambio, sí tuvo éxito en otro programa de Televisión Española: '¿Pero esto qué es?'.

Los que anden bien de memoria la recordarán, a finales de los ochenta, ataviada con una bata azul interpretando el cómico papel de la limpiadora Ofelia junto a dos glamurosos rostros de entonces, Jacqueline de la Vega y Carlos Mata. Su éxito fue arrollador.

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"Imagínate. Aquello lo veía todo el mundo los viernes por la noche", recordaba la andaluza en una entrevista con el portal 'Aisge'. "La gente por entonces no tenía móviles para pedirte fotos, pero tal vez lo de firmar autógrafos era peor... ¡Se tardaba más! Solíamos llevar en el bolso unas tarjetas con nuestra foto, firmábamos ahí y ya está. Eran como cromos de uno mismo".

Surfeando la ola de la fama, Elisa fue encadenando programas de televisión con series. Desde presentar el divertido concurso internacional 'Juegos sin fronteras' hasta ficciones tan icónicas como 'Todos los hombres sois iguales' o '7 vidas'.

Como aseguraba también la actriz en la entrevista antes citada, fue en la serie de Toni Cantó en la que "hicimos la primera boda gay de la televisión en España. Yo era una militar y me casaba con el personaje de Anabel Alonso. Duramos cuatro capítulos y luego nos divorciamos".

Para entonces ella ya tenía experiencia también el cine, habiendo rodado películas tan taquilleras como 'El maestro de esgrima' o '¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?'. Pero su debut en la pantalla grande había llegado años atrás de la mano de José Coronado e Isabel Pantoja en 'Yo soy esa'. Como reveló Paola Dominguín en 'Sábado Deluxe', el presunto romance entre la cantante y el actor fue una realidad cuando rodaron aquella cinta y fue Miguel Bosé el primero en descubrir la historia.

Sobre la tonadillera, Elisa solo tiene buenas palabras en todas las entrevistas en las que le preguntan por ella, recordando incluso que llevaba gazpacho para todo el equipo. "Era una profesional increíble que llegaba con el trabajo bien sabido, con mucha voluntad de echar horas cuando las había y muy buena compañera", decía en conversación con 'Chance'.

Sumamente discreta en lo tocante a su vida personal, no existe mención en entrevistas ni en sus redes sociales a su estado sentimental. Sí que nos muestra en Instagram a sus amigos, su familia, su viajes, sus veranos en la playa o los rincones favoritos de su barrio, Malasaña. Incluso recuerdos vintage como "esta foto de mi primera comunión, de la niña que fui y que aparece de vez en cuando".

Con una de sus grandes pasiones, el teatro, la veremos próximamente en el Festival de Mérida. Como ella misma comunicaba desde su muro de Instagram, el 3 de agosto estrena la obra 'Miles gloriosus'. "Muero de ganas desde hace años de pisar las piedras y además con compis que adoro", era su entusiasmado mensaje.

Fue de pequeña, viendo una obra de teatro de Antonio Gala, cuando Elisa Matilla supo que quería ser actriz, aunque en su familia nadie se hubiera decantado antes por la actuación. Con 16 años entró en la Escuela de Arte Dramático de Sevilla y tres años después ya estaba en Madrid tratando de convertirse en una estrella.